En días de sol, vibra como el color de sus fachadas y la brisa del mar llega para refrescar un intenso recorrido por los callejones de la ciudad antigua. También puedes disfrutar de las mejores playas en las islas del Rosario, Barú y San Bernardo.
Al caer la noche la cálidez, irradia luz propia, cobra vida y se transforma. Crea una atmósfera única que enamora a sus huéspedes y los transporta a tiempos olvidados sobre un carruaje guiado por caballos o desde las murallas con una hermosa vista al mar, la euforia crece y una fiesta inagotable espera la llegada de los primeros rayos de sol para llevarse consigo el misterio de la noche. Así es Cartagena de Indias, una ciudad que relata su pasado, entrega historias fascinantes y renace en el tiempo.